Los tiempos cambian; dicen; pero, sobre todo, el tiempo nos cambia, para bien o para mal.
Los ancianos son personas a los que el tiempo les ha robado la juventud. Picasso decía al respecto que ser un buen anciano exige mucho tiempo de aprendizaje. Hace 2.500 años los griegos lo entendieron y disponían de un «consejo de Ancianos» y su pronunciamiento sobre asuntos sociales, éticos o políticos era de gran consideración.
Hoy se nos considera mas una carga social que como poseedores de experiencia y saberes que nos deja el tiempo los políticos nos llaman Nuestros Mayores mientras que los mas jóvenes nos llaman simplemente «viejos» y no en el sentido de buen vino o queso.
Desde mi experiencia , mis abuelos, si salían de casa iban a la huerta o a misa, mientras pudieron andar, y como ellos el resto de ancianos, por los años cuarenta; si las rodillas o la cadera les fallaba solo la casa y el catre era su destino. Nada de operación o ingreso hospitalario, hasta que su tiempo acabara.En cuanto a pensión no todos cobraban 100 o 150 pesetas mensuales a partir de la mitad de los cuarenta del pasado siglo.
Hoy las cosas han cambiado. Todos los mayores pueden salir a hoteles en Benidorm, Sevilla, Córdoba, etc. Nos pagan una pensión, hospitales y medicamentos nos atienden a diario.El tiempo nos trata «casi bien» porque nos ha robado la juventud, y la experiencia no nos compensa.
Pero es que el tiempo es un mal que no descansa, poco a poco, como sin querer, lo cambia todo.
Disfrutemos, pues, de lo que tenemos hoy, que no es poco si miramos atrás, porque el mañana…………
Opinión escrita por Don José López Aguilar